Respuesta: 1. Costo de Vida Elevado: Miami tiene un costo de vida bastante alto que, de no mediar intervenciones orientadas en justa medida, puede dificultar que aquellos beneficios lleguen a las personas que realmente los necesitan. En este sentido, las intervenciones pueden no ser suficientes para contrarrestar la presión económica que encara la población latina de bajos ingresos.
2. Barrera Idiomática: Aunque Miami tiene una gran población hispana, todavía hay servicios e instituciones donde el inglés es el idioma principal y puede ser una barrera para aquellos latinos que no hablan este idioma.
3. Desigualdad de Ingreso: Miami tiene una diferencia muy marcada entre los ingresos altos y bajos, lo que puede generar sectores que se sientan marginados y donde las intervenciones sociales sean más difíciles de implementar efectivamente.
4. Diversidad Cultural: Aunque la diversidad cultural puede ser vista como una ventaja, también puede representar un desafío para las intervenciones sociales. Los diferentes grupos latinos pueden tener necesidades y prioridades diferentes, lo que requerirá intervenciones más adaptadas y personalizadas.
5. Problemas de Vivienda: En Miami, el problema de la vivienda es grave y muchas familias de bajos ingresos viven en condiciones inseguras. Esta problemática puede complicar el desarrollo efectivo de muchas intervenciones sociales.
6. Falta de Transporte Público: Con un sistema de transporte público insuficiente en muchas áreas, la población que no posee vehículo propio puede tener dificultades para acceder a la intervención social, especialmente si no se encuentra en su área de residencia.
Estos desafíos pueden hacer que las intervenciones sociales en Miami requieran de un esfuerzo mayor y una amplia planificación para ser efectivas, tomar en cuenta cada aspecto cultural y necesidades especificas del grupo puede marcar la diferencia en el impacto positivo de la intervención.