Respuesta: Si las frutillas tienen un poco de moho en la superficie pero no está presente en el interior, puedes intentar rescatarlas antes de que se descompongan por completo. Aquí tienes algunas opciones para su uso:
1. Retirar el moho: Corta las partes afectadas de las frutillas, asegurándote de quitar todo el moho visible. Recuerda desechar cualquier parte que esté demasiado estropeada o tenga un olor desagradable.
2. Enjuagarlas: Lava las frutillas restantes con agua fría para eliminar cualquier residuo de moho o esporas. Sécalas suavemente con toallas de papel.
3. Cocinarlas: Si vas a utilizar las frutillas en una receta que necesitará cocción, como mermeladas, salsas o postres horneados, el proceso de cocción adicional puede ayudar a matar cualquier bacteria o moho remanente. Asegúrate de cocinarlas completamente antes de consumirlas.
4. Congelarlas: Si tienes muchas frutillas con un poco de moho, puedes lavarlas, cortarlas en trozos y congelarlas para usar en smoothies, batidos o sorbetes en el futuro. La congelación también ayudará a matar las bacterias o el moho restante.
Si tienes dudas o no estás seguro sobre la seguridad de las frutillas en cuanto al moho, es mejor desecharlas. La salud es lo más importante, y siempre es mejor prevenir cualquier riesgo para evitar enfermedades alimentarias.