Respuesta: Mi padre querido, mi guía y amigo,
siempre has sido mi apoyo incondicional.
Con amor y paciencia, me has enseñado
a ser fuerte, valiente y perseverante.
Cada día, miro al cielo y agradezco
por haberte tenido en mi vida.
Tus enseñanzas y tus palabras sabias
han sido un bálsamo para mi alma.
En momentos de dolor y angustia,
tú has sido mi luz en la oscuridad.
Siempre estás ahí, con tus brazos abiertos,
para darme un abrazo y calmar mi ansiedad.
Eres un hombre de corazón noble y leal,
un guerrero incansable que nunca se rinde.
Admiro tu tenacidad y tu fortaleza,
y sé que siempre estarás a mi lado.
Por eso, hoy en tu día, te envío este poema,
con todo mi cariño y mi gratitud.
Eres mi héroe, mi ejemplo a seguir,
y te quiero con todo mi corazón, papá.