Respuesta: Los activos circulantes, también conocidos como activos corrientes, son aquellos que se espera que se conviertan en efectivo o que se consuman en el transcurso normal de las operaciones de la empresa dentro de un año o ciclo operativo, si este es más largo. Algunos ejemplos de activos circulantes incluyen:
1. Caja y equivalentes de efectivo: dinero en efectivo, cheques, cuentas bancarias corrientes y otros activos líquidos que pueden convertirse rápidamente en efectivo.
2. Cuentas por cobrar: dinero que la empresa espera recibir de los clientes que han comprado sus productos o servicios a crédito.
3. Inventario: bienes y productos terminados que la empresa tiene en stock para su venta.
4. Inversiones a corto plazo: inversiones financieras que se espera que se liquiden dentro de un año, como bonos y acciones.
5. Gastos pagados por anticipado: pagos realizados por adelantado por bienes o servicios que aún no se han recibido, como alquileres o seguros.
6. Activos no corrientes disponibles para la venta: activos no esenciales que la empresa tiene disponibles para la venta, como terrenos o equipos no utilizados.
7. Otros activos corrientes: cualquier otro activo que se espera que se convierta en efectivo o se consuma dentro de un año, como préstamos a corto plazo a terceros.
Estos son solo algunos ejemplos comunes de activos circulantes, y pueden variar según la naturaleza de la empresa y su sector de actividad.