Respuesta: La iluminación, tanto natural como artificial, es crucial en el interiorismo ya que transforma y define el espacio, crea ambientes, afecta al estado de ánimo y mejora la funcionalidad de las habitaciones.
1. Iluminación natural: La luz natural es la que proviene del sol. El uso de grandes ventanas, claraboyas, espejos (para reflejar la luz) y colores claros (que la refleja más que los oscuros) puede maximizar la luz natural en un espacio. La iluminación natural crea una atmósfera cálida y acogedora y puede ayudar a ahorrar energía durante el día.
2. Iluminación artificial:
- Iluminación general: Proporciona una luz uniforme en toda la habitación. Se puede lograr con luces de techo o lámparas de pie.
- Iluminación de tarea: Se utiliza para iluminar áreas específicas donde se realizan tareas que requieren una luz más fuerte, como leer, cocinar o trabajar. Esto se puede lograr mediante lámparas de escritorio, luces bajo los gabinetes en la cocina, etc.
- Iluminación de acento: Se utiliza para resaltar características específicas como obras de arte, muebles o arquitectura. Esto se puede hacer con luces de riel, apliques de pared o focos.
- Iluminación de ambiente: Crea una atmósfera y añade profundidad y sombras a una habitación. Esto se puede hacer con lámparas de mesa, velas, luces de cuerda, entre otras.
Optar por una combinación equilibrada de ambas, luz natural y artificial, puede conducir a un espacio atractivo y funcional.