Respuesta: Curar un wok de hierro fundido antes de su primer uso es una parte esencial para mantenerlo en buen estado y para garantizar que los alimentos no se peguen durante la cocción. Aquí tienes un paso a paso:
1. Lava el Wok: Asegúrate de lavar el wok con agua caliente y jabón suave para eliminar cualquier residuo de la fabricación. Asegúrate de secarlo muy bien para evitar la oxidación.
2. Calienta el Wok: Coloca el wok en la estufa a fuego medio-alto durante unos minutos para que se caliente.
3. Aplica Aceite: Añade unas gotas de aceite de cocina (como el aceite de colza, sésamo o maní) al wok caliente. Extiéndelo por toda la superficie interior del wok utilizando un paño de cocina o una brocha de silicona, incluyendo los bordes.
4. Calor por 15+ minutos: Mantén la estufa a fuego medio y deja que el aceite se caliente durante unos 15 minutos.
5. Enfría y limpia: Después de que el wok se haya enfriado un poco, limpia el exceso de aceite con una toalla de papel.
6. Vuelve a aplicar aceite y calienta: Repite los pasos 3 a 5 unas cuantas veces más hasta que la superficie del wok adquiere un brillo oscuro y es lisa. Este será el signo de que el wok está correctamente curado.
Recuerda siempre antes de usarlo repetir el proceso de agregar un poco de aceite y calentarlo.
Evita lavarlo con jabón después de cada uso, pues esto podría quitar el curado. Límpialo con agua caliente y una esponja suave, sécalo inmediatamente y luego aplica una ligera capa de aceite antes de guardarlo.
Estos pasos te ayudarán a mantener tu wok de hierro fundido en su mejor estado y listo para usar.